Después de que los Milwaukee Bucks fueran eliminados del in-season tournament por los Indiana Pacers, las cosas se pusieron tensas en el vestuario. Según informan desde los Estados Unidos, Bobby Portis desafió acaloradamente a su entrenador Adrian Griffin y a sus compañeros de equipo, retándolos a todos a hacer un mejor trabajo.
Tras mucha igualdad durante los tres primeros periodos, los Bucks colapsaron en el último cuarto, firmando un pobre 25-37 que les costó el partido. El entrenador de los de Milwaukee quiso hacer hincapié en la lucha por el rebote, pero Portis tenía claro que la clave de la derrota fue el ataque e instó Griffin a pensar en mejores sistemas ofensivos.
Como uno de los líderes del equipo, Portis siguió expresando sus preocupaciones. Griffin agradeció las críticas y reconoció que podría hacer un mejor trabajo siendo más agresivo con sus jugadas.