Es ya uno de los clásicos de la temporada y, como tal, alberga todo tipo de escenarios posibles. Pero el que acabaría por resolver el encuentro elevaría de nuevo el listón por parte de los Golden Boys.
Porque cuando llega el jueves, la cosa se pone seria. Los octavos de final empiezan a incrementar la presión para las duplas favoritas y sonadas han sido las eliminaciones a lo largo del año. Milán, que ya había vivido una, no albergaría un jueves de sorpresa más.
Arturo Coello y Agustín Tapia tenían ante sí otro duelo de altura ante unos peligrosos Coki Nieto y Jon Sanz a los que esta vez se les apagaría la luz en los momentos determinantes del partido.
Dos breaks serían suficientes para marcar la distancia por la pareja que ha dominado la temporada para evitar un conato de rebelión que valdría un doble 6-4 que les reafirma en otro pico de forma.
Forma que mantienen, y muy alta, Galán y Lebrón. Los Uno apenas iban a conceder opciones a Fernández y Rubio a los que cederían tan solo dos juegos en todo el partido para despachar su pase a cuartos por un doble 6-1.
Un caminar que también completaría Los Superpibes y Paquito y Chingotto aunque, estos, con mayores dificultades ante Muñoz y Butista y Bergamini y Ruiz, pero sin llegar a los tres sets.
Paso que no podrían dar Belasteguín y Yanguas. Las malas sensaciones en el debut del argentino imposibilitaría su salto a pista el jueves obligando al abandono, y a las lágrimas, de una pareja que rompe así su ciclo.
