8 April, 2025

Al final, ni Kawhi Leonard (33 años), ni James Harden (34), ni Paul George (34) han sido parte, por distintos motivos, de la comitiva olímpica que la división de baloncesto ha mandado a los JJ.OO. de París para intentar regresar con la medalla de oro.

Quienes sí han estado en su debut, rememorando tiempos pasados y que en 2024 parecían ya irrepetibles, han sido LeBron James, titular a sus 39 años, y Kevin Durant, partiendo desde el banquillo, con 35. Son el primer y tercer jugador de mayor edad (el segundo es Stephen Curry, con 36) de este variopinto Team USA que, por nombres, es todo un Dream Team, pero que por factores diversos tiene que terminar de ganarse el apelativo en cancha.

Pues bien, vencer casi de paliza a la poderosa Serbia del vigente MVP de la temporada, Nikola Jokic, y plantel donde también militan otro puñado de jugadores NBA, es un buen comienzo. Un grandísimo comienzo.

Balones a KD

Desde luego lo importante es cómo se acaba, porque nada más empezar, veíamos a Steve Keer (asistido por Spoelstra y Lue, nada menos) teniendo que pedir su primer tiempo muerto debido al arranque arrollador de los balcánicos, y un marcador en contra de 10-2.

Pero inmediatamente, el Team USA se sacudió el frío con el que habían entrado al partido. Y más importante: saltó a cancha Kevin Durant.

El de los Suns no se había vestido de corto en ninguno de los duelos preparatorios, y había sido duda para el estreno ante Serbia hasta el último minuto. Finalmente saldría desde la segunda unidad y con los minutos restringidos para cuidar su físico.

Y ‘a lo Klay Thompson’, tirando de eficiencia express, no necesitó más. Una barbaridad individual a la que los europeos, a duras penas, pudieron resistir. 21 puntos, con un 5/5 en triples, antes del descanso. En 8 minutos sobre el parquet. Insistimos, ocho.

Los triples (que en FIBA son como un mid-range lejano para los NBA) empezaron a llover, los jugones a correr, y entre Jokic y Avramovic lograban dar la suficiente respuesta para mantener a Serbia en el partido y responder al efecto Durántula hasta el paso por vestuarios (49-58).

Capitán América

Si KD es un anotador (el mejor, tal vez), LeBron James es eso y también todo lo demás. Lo de la edad vamos a dejar de repetirlo porque ha dejado de tener sentido. Su superioridad física recordaba a la de su temporada de novato, y su IQ en su máximo esplendor, dinámico y fresco. Presente tanto en defensa como en ataque, el capitán firmaba una hoja de 21 puntos, 9 asistencias, 7 rebotes y 1 robo en 27 minutos de juego, vibrando y haciendo jugar a todos a su alrededor.

Cuatro jugadores más del Team USA concluyeron el duelo con dobles dígitos en anotación: Jrue Holiday (15), Devin Booker (12), Stephen Curry (11) y Anthony Edwards (11), mientras que Jokic, un genio atado a su lámpara, cumplió con lo que se espera de él con 20 puntos, 8 asistencias y 4 robos, pero tuvo que resignarse ante un rival que cuando siente la inspiración saca el ritmo a la madera.

Sin rastro de Tatum

Quien no pudo anotar ni un sólo punto fue el vigente campeón de la NBA, Jayson Tatum. Lo normal cuando no disputas ni un sólo segundo. A su ausencia, y tras verificar que no era por lesión, los periodistas preguntaron al seleccionador, a lo que éste respondió: «Es muy difícil, en un partido de 40 minutos, poner a jugar a más de 10 jugadores. Y con el regreso de Kevin, simplemente opté por las combinaciones que sentí que tendrían más sentido».

Tatum había sido previamente informado de esta decisión y la aceptó, según Kerr, sin problemas: “Jayson ha sido parte del primer All-NBA Team durante tres años. Es uno de los mejores jugadores del mundo. Opté por estas alineaciones, lo hablé con él y fue increíblemente profesional. No significa que vaya a seguir así durante el resto del torneo. Dejará su huella. Jason es un profesional y un campeón, lo ha manejado bien y estará listo para el próximo partido».

El choque se rompió en el tercer cuarto, con los lanzamientos de tres haciendo estragos (18 de 32), y los norteamericanos no despegaron ni un minuto el pie del acelerador, poniendo el broche el tercer miembro vintage de este Dream Team corpóreo, Stephen Curry, con un triple en la última posesión que celebró como sólo a él y Larry Bird se les consiente celebrar: antes de que atraviesen la red.

84-100 y a esperar al miércoles a la alegría del torneo, Sudán del Sur.

 


Fuente: nbamaniacs.com