Franco Colapinto atraviesa un momento clave en su primera temporada completa en la Fórmula 1. Más allá del bajo rendimiento del Alpine A525, el motor de su monoplaza ya acumula cuatro carreras consecutivas de uso y llegó al límite de componentes permitidos. En caso de recambio, el argentino podría recibir una sanción en la grilla.
El problema no es exclusivo del bonaerense: su unidad de potencia arrastra la herencia de Jack Doohan, que en apenas seis carreras ya había consumido gran parte de los cupos disponibles. Así, Colapinto alcanzó el máximo de ICE, MGU-H, MGU-K y turbocompresores, cuando el reglamento permite cuatro por temporada.
Con el desgaste acumulado tras los Grandes Premios de Bélgica, Hungría, Países Bajos e Italia, las prestaciones del Alpine se vieron aún más comprometidas. Por eso, en Bakú podría ser el momento de asumir el castigo. El callejero azerí es uno de los más exigentes para el motor, y el equipo francés prevé sufrir en clasificación, por lo que una penalización de cinco puestos no tendría un gran efecto.
Además, contar con componentes frescos sería una ventaja de cara a Singapur (5 de octubre), un trazado más técnico donde la potencia no es tan determinante.
El caso de Colapinto no es único: otros pilotos también están “en rojo” según el informe oficial de la FIA. Entre ellos figuran Lewis Hamilton (Ferrari), Yuki Tsunoda (Red Bull), Kimi Antonelli (Mercedes), Fernando Alonso (Aston Martin) y Liam Lawson (Racing Bulls). Su compañero Pierre Gasly, en cambio, aún cuenta con un margen dentro de lo permitido.
La estrategia que defina Alpine en Azerbaiyán será clave no solo para Colapinto, sino también para encarar con mayores garantías el tramo decisivo del campeonato.
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