La inaceptable actuación en el partido de ida en Lima condicionó a Boca, que pese a contar con situaciones claras para resolver la serie a su favor en los 90 minutos, no pudo evitar la definición desde el punto de penal. Allí falló y quedó marginado de la Copa Libertadores en la Fase 2, y también de la Copa Sudamericana.

El entusiasmo en la Bombonera fue efímero. La rápida apertura del marcador con el gol en contra de Miguel Trauco generó ilusión, pero el empate inmediato de Hernán Barcos enfrió el ambiente. En el segundo tiempo, el Xeneize volvió a ponerse en ventaja con un cabezazo de Kevin Zenón, pero la falta de contundencia impidió liquidar la serie. Edinson Cavani desperdició una chance increíble sobre la hora y Nicolás Giménez estrelló un cabezazo en el travesaño.

Con el 2 a 1 en el tiempo reglamentario, el destino de Boca se definió en los penales. Ni la infrecuente modificación de Leandro Brey por Agustín Marchesín le salió bien a Diego Martínez. El joven arquero no pudo detener ninguno de los cinco remates del equipo peruano, mientras que Viscarra se convirtió en héroe al taparle el último disparo a Alan Velasco.

Alianza Lima hizo historia

El conjunto peruano se impuso 5-4 desde los doce pasos y avanzó a la Fase 3 de la Copa Libertadores. Para los de Salas marcaron Paolo Guerrero, Fernando Gaibor, Miguel Trauco, Noriega y Pablo Lavandeira, mientras que para Boca convirtieron Marcos Rojo, Cavani, Alarcón y Giménez.

Boca pagó demasiado caro el flojo rendimiento en la ida y sufrió una eliminación prematura que lo deja sin participación internacional por el resto del año. Un golpe durísimo para el club, que ahora deberá replantearse su futuro deportivo.

La fortuna que perdió Boca por quedar eliminado de la Copa Libertadores

Los coletazos de una de las derrotas más dolorosas de los últimos tiempos ya empezaron a sentirse en Boca. La caída por penales ante Alianza Lima lo dejó afuera de la Copa Libertadores en Fase 2 y sin siquiera el premio consuelo de la Copa Sudamericana. Al obvio perjuicio deportivo lo acompaña una pérdida económica impactante, que podría, incluso, traer consecuencias en el armado del plantel.

El máximo certamen continental es el que más dinero otorga en premios a sus participantes. De hecho, el Xeneize llegó a embolsar 500 mil dólares por solo haber alcanzado esta instancia previa, pero la derrota de anoche le quitó la posibilidad de agrandar su premio y es un golpe duro para la economía del club.

Ya si hubiese logrado avanzar a la fase 3 en esta Copa Libertadores hubiese tenido otro ingreso de 600 mil dólares y la garantía de, al menos, participar en la Copa Sudamericana (con menores premios, pero significativos de todos modos) y se hubiese metido en la fase de grupos hubiese sumado 1.1000.000 más. Y en esta instancia, solo por participar, ya hubiese percibido tres millones de la moneda estadounidense, más 330 mil por cada partido ganado.

Los ingresos fuertes llegan en los cruces decisivos, a partir de octavos de final. Considerando que para meterse en playoffs debería haber ganado al menos tres partidos, habría cobrado por cada triunfo y por pasar de fase. Por llegar a octavos, Boca podría haber sumado 1,25 millones de dólares; a cuartos, 1,7; y a semifinales; 2,3.

El acceso a la final es el diferencial. El subcampeón gana 7 millones de dólares y el campeón, 23 millones. Solo en premios por ganar la Copa Libertadores, el total asciende a 33.940.000 dólares, una cifra a la que además habría que sumarle las variables de la venta de entradas, los sponsors y la participación en otros certámenes internacionales, como la Recopa Sudamericana, la Intercontinental y el Mundial de Clubes 2029 garantizado.

Por eso, además de la inmensa crisis deportiva e institucional que generó la eliminación a manos de Alianza Lima en una noche muy caliente en la Bombonera, hay que sumarle el golpe económico de no sumar premios por participar en Libertadores o Sudamericana. El único aliciente, no menor, por cierto, para la economía de Boca será su participación en el nuevo Mundial de Clubes que se disputará a mitad de año, que tendrá premios muy importantes.