
Si el partido inaugural pudiera ser tomado como un anticipo de lo que ofrecerá el Super Rugby Américas en su versión 2025, el panorama no sería nada alentador. Dogos XV hizo su presentación como campeón defensor con una agónica caída por 29-28 frente a Peñarol en Montevideo. Más allá del resultado y de ciertos atenuantes válidos, queda en la retina la impresión de un espectáculo deslucido.
Es cierto que, por ser el primer encuentro de la temporada, los desacoples y las imprecisiones son más frecuentes que de costumbre, y cabe esperar que el correr de las fechas vaya diluyendo los errores de manejo. Pero, más allá de esta circunstancia, fueron las intenciones de ambos equipos lo que terminó por configurar un partido difícil de apreciar para el público neutral. Porque una cosa es que tanto cordobeses como uruguayos tengan al pack como principal fortaleza, y otra, muy distinta, es que no apelen a otra arma ofensiva que el juego cerrado. Cabía esperar algo más de los últimos dos campeones de la competencia, que aspiran a ser protagonistas importantes también este año.

La emoción en el final fue lo único que rescató de un aplazo total al espectáculo. El marcador cambió de mando constantemente y, con el tiempo cumplido, el pilar Joaquín Myszka anotó el try que le dio a Peñarol la celebrada victoria, en una jugada de line y maul. Hubo nueve conquistas y seis cambios de liderazgo, pero siete de esos tries fueron producto del juego cerrado: maul, pick-and-go, un pase como máximo. Así, todo el partido. Elocuente en cuanto a las propuestas de ambos.
El contexto conspiró en contra del espectáculo. Una lluvia intensa que complicó el traslado de la pelota. Viento. Césped artificial, que hace que el balón rebote más que lo normal. Un arbitraje con criterios dispares. Un estadio semivacío que devolvió al televidente una imagen desoladora. La televisación, con cámaras que por momentos corrían atrás de la pelota sin alcanzarla.

Pero en el seno del aburrimiento estuvo la vocación de ambos por el juego unidimensional. Era agarrar la pelota e ir adelante. En ese contexto, Peñarol se sintió más cómodo. Dogos, que había comenzado mejor y llegó a adelantarse a 14-0, se excedió en errores, de manejo, de defensa, y sobre todo de toma de decisiones. El campeón lució inexperto, confundido. Y el local pegó en momentos clave, como sobre el final del primer tiempo (luego del segundo try rojo) y al inicio del segundo, en ambos casos, merced a malas recepciones aéreas del equipo de acento cordobés.
El primer try de Peñarol
El poder del scrum fue el mayor argumento que ofreció Dogos XV para adelantarse en el terreno. Dominó esa formación, robó pelotas, forzó penales. Pero se obnubiló cada vez que quiso mover el balón. El primer try, obra de Agustín Moyano, fue una clara muestra, ya que el 9 se benefició de una acción fortuita. Pero fueron más las ocasiones desperdiciadas que las que logró resolver con acierto.
En defensa, tal su característica, no faltó entrega, pero sí orden. El try del marplatense Bautista Farise (ex rugbier de Hindú), en la única jugada en que Peñarol buscó asociaciones entre backs (aunque más no fueran lineales), desnudó fallas en el reposicionamiento defensivo argentino.
El equipo uruguayo se impuso por el poder de su pack, la misma arma que lo llevó al bicampeonato 2022/2023. El maul, el pick-and-go, los embates pegados a las formaciones de un pase como máximo, le permitieron avanzar en el terreno y forzar penales. La indisciplina fue otra de las falencias de los cordobeses, al margen de que muchos de los cobros del árbitro parecieron apresurados.
Resumen del éxito de Peñarol sobre Dogos XV
Por su parte, la llegada de Tarucas augura más paridad y emoción para el único certamen profesional de la región. El conjunto tucumano debutará este sábado a las 17 contra Cobras Brasil en la cancha de Tucumán Lawn Tennis (transmitirá Disney+). La fecha se completará con Yacaré XV (Paraguay) vs. Selknam (Chile), a partir de las 20. Pampas, el restante conjunto argentino, pero de Buenos Aires, tiene fecha libre.
Lo ocurrido en el estadio Charrúa es sólo el comienzo del Súper Rugby Américas. En sus primeros dos años de existencia, Dogos dio sobradas muestras de capacidad de ejecutar con maestría este deporte. Vale confiar en que de ahora en más todo tendrá signo ascendente. Por el bien del espectáculo.
Síntesis de Peñarol 29 vs. Dogos XV 28
- Peñarol: Baltazar Amaya; Bautista Basso, Felipe Arcos Pérez, Bautista Farise e Ignacio Facciolo; Felipe Etcheverry y Santiago Álvarez; Lucas Bianchi, Manuel Diana (capitán) y Santiago Civetta; Felipe Aliaga y Juan Manuel Rodríguez; Bautista Vidal, Guillermo Pujadas y Mateo Sanguinetti.
- Entrenador: Ivo Dugonjic.
- Cambios: PT, 2 minutos, Manuel Cardoso Pinto por Amaya; ST, 16, Mateo Perillo por Sanguinetti, Joaquín Myszka por Pujadas, Bautista Bottino por Vidal y Carlos Deus por Civetta; 22, Alfonso Perillo por Farise; 26, Tomás Di Biase por Álvarez, y 35, Franco Marini por Rodríguez.
- Dogos XV: Bautista Lescano; Ernesto Giudice, Mateo Soler, Felipe Mallía y Lautaro Cipriani; Julián Hernández y Agustín Moyano; Valentín Cabral (capitán), Juan Cruz Caballero A y Aitor Bildosola; Federico Albrisi y Lautaro Simes; Pedro Delgado, Leonel Oviedo y Boris Wenger.
- Entrenador: Nicolás Galatro.
- Cambios: ST, 9 minutos, Juan Bautista Baronio por Cipirani; 16, Faustino Sánchez Valarolo por Mallía; 20, Lorenzo Colidio por Simes e Ignacio Gandini por Caballero, y 26, Nicolás Revol por Wenger y Octavio Filippa por Delgado.
- Suplentes: Conrado Iglesias y Juan Lovell.
- Primer tiempo: 14 minutos, gol de Hernández por try de Moyano (D); 39, gol de Hernández por try de Wenger (D), y 41, gol de Álvarez por try de Farise (P). Amonestados: 30, Caballero (D). Resultado parcial: Peñarol 7 vs. Dogos XV 14.
- Segundo tiempo: 8 minutos, gol de Álvarez por try de Rodríguez (P); 20, try de Diana (P); 21, gol de Hernández por try de Bildosola (D); 24, try de Facciolo (P); 37, gol de Hernández por try de Moyano (D), y 41, try de Myszka (P). Resultado parcial: Peñarol 22 vs. Dogos XV 14.
- Estadio: Charrúa, de Montevideo, Uruguay.
- Árbitro: Nehuén Jauri Rivero (Argentina).
Fuente: La Nacion