Un oro olímpico y una extensión de contrato multimillonaria que lo ligará a los Warriors hasta, previsiblemente, su retirada. Sin duda, el verano de Stephen Curry no podría haber sido mejor, y más tras haber sido uno de los jugadores más determinantes del Team USA en la fase final de los Juegos Olímpicos de París.
Pese a los rumores que lo situaban compartiendo equipo con LeBron James una vez más antes de retirarse, su renovación con Golden State corrobora que tal posibilidad era más bien una utopía. Steph firmó una renovación por un año más, hasta 2026/27, donde percibirá 62,6 millones de dólares, dando por hecho que será un ‘warrior’ de por vida.
Por otra parte, el icono de la franquicia californiana habló sobre su futuro, tanto dentro como fuera de las canchas de baloncesto. Curry, en el programa ‘Squawk on the Street’ de la CNBC, aseguró que su futuro podría continuar adherido a la NBA, pero en un rol distinto, posiblemente el de propietario de una franquicia, en el que cree “que haría un buen trabajo”.
“Me gustaría ser propietario de una franquicia NBA. He visto a Michael Jordan hacerlo y hay jugadores en la actualidad que se están preparando para ello, con la posibilidad que la competición se expanda en unos años”, comentó Curry.
“Definitivamente, es una opción que está sobre la mesa. Creo que haría un buen trabajo ayudando a mantener a la NBA en el gran momento en el que está actualmente. He aprendido mucho durante mi carrera sobre cómo formar parte de una organización campeona y cómo se debe actuar en ciertas situaciones”, aseguró el base de 36 años.
Sin embargo, pese a considerar ‘seriamente’ esa opción una vez finalice su carrera en Golden State, Stephen Curry dio a entender que todavía le queda “mucho por hacer en la pista”.
“[Ser propietario] Es algo que tengo en mente. Pero, obviamente, aún me queda mucho por hacer en la pista, muchas cosas que conseguir antes de adoptar otro rol”, concluyó Steph.
Stephen Curry, que tendrá 39 años una vez acabe su contrato con los Warriors, podría unirse a una serie de jugadores que, ya sea con una influencia mayor o menor, han acabado formando parte de la propiedad de una franquicia NBA tras su retirada, como Michael Jordan (Hornets), Grant Hill (Hawks), Dwyane Wade (Jazz) o Magic Johnson (Lakers). A su vez, LeBron James ya dejó claras sus intenciones una vez se retire.
