La Fórmula 1 ya comenzó a jugar el campeonato 2026 lejos de las pistas. En plena pretemporada y a meses del estreno de la nueva normativa técnica, las tensiones crecen en los despachos y ahora el foco apunta a Alpine, la escudería vinculada al futuro de Franco Colapinto, por una posible irregularidad en el motor Mercedes que utilizará en la nueva era.

Varias escuderías elevaron reclamos formales ante la FIA y pusieron bajo sospecha el desarrollo que estarían realizando Mercedes y Red Bull en un aspecto clave del reglamento técnico, lo que podría derivar en cambios de último momento con fuerte impacto deportivo.

La controversia gira en torno a la relación de compresión de las unidades de potencia. Según revelaron los medios especializados Motorsport Magazin y The Race, ambos fabricantes habrían encontrado una manera de sacar ventaja utilizando materiales que se expanden con el calor, un detalle clave ya que los controles oficiales se realizan con el motor a temperatura ambiente.

El tema fue tratado en recientes reuniones técnicas, donde se analizó el artículo C5.4.3 del reglamento. Para 2026, la normativa reduce la relación de compresión máxima de 18,0:1 a 16,0:1, aunque mantiene el método de verificación en frío. Si bien la FIA evitó mencionar nombres, todas las miradas apuntan a Mercedes y Red Bull.

“Los motores utilizan piezas complejas que se expanden deliberadamente cuando el motor está caliente. Esto ayuda a aumentar la relación de compresión y, por lo tanto, ofrece un rendimiento adicional y una mejor eficiencia del combustible cuando el motor funciona en pista”, explicó The Race, al detallar el posible beneficio técnico.

Desde Motorsport Magazin fueron todavía más contundentes: “Esto constituiría una infracción del reglamento técnico, que establece que los monoplazas deben cumplir las normas en todo momento durante un fin de semana de carreras”. En la misma línea, el diario francés L’Equipe anticipó que se espera una nueva reunión este lunes para intentar resolver el conflicto cuanto antes.

Alpine, en el centro de la escena

El impacto potencial de esta polémica alcanza de lleno a Alpine, que será uno de los equipos clientes de Mercedes junto a McLaren y Williams. Hasta ahora, los rumores del paddock señalan al fabricante alemán como el que mejor desarrolló la nueva unidad de potencia, una ventaja clave en el inicio del nuevo ciclo reglamentario.

Red Bull, en tanto, proveerá motores a sus dos estructuras. Si la FIA decide imponer límites adicionales o modificar los procedimientos de control, tanto Mercedes como Red Bull podrían ver seriamente comprometidos sus proyectos.

Con los diseños prácticamente homologados y los tests de Bahréin en el horizonte, la guerra de los motores ya está en marcha. Mientras reina la cautela y la desconfianza, la definición de este conflicto podría marcar el futuro inmediato de la Fórmula 1 y condicionar las aspiraciones de Alpine y de Franco Colapinto en la era 2026.

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