A los 38 años, Novak Djokovic no se resigna a ser parte del pasado. Actual número cuatro del ranking ATP, el serbio tomó una decisión estratégica de enorme peso pensando en la temporada 2026: incorporó al doctor Mark Kovacs como responsable integral de su preparación física, con la misión de “ganarle al tiempo” y seguir compitiendo al máximo nivel.
La información, confirma la ambición intacta de Djokovic, que apunta a conquistar su vigesimoquinto título de Grand Slam y romper definitivamente el histórico empate de 24 majors que mantiene con Margaret Court. El primer gran objetivo de esta nueva etapa será el Open de Australia, que se disputará en Melbourne del 18 de enero al 1 de febrero.
La llegada de Kovacs marca un nuevo capítulo en la planificación del serbio. El especialista estará a cargo del acondicionamiento físico, la prevención de lesiones, la biomecánica, la recuperación y la optimización del rendimiento en cancha. En este contexto, Djokovic decidió renunciar a las ATP Finals y a la Copa Davis para enfocarse de lleno en este nuevo ciclo de trabajo, iniciando su pretemporada en Qatar y Atenas.
Mark Kovacs no es un nombre más en el mundo del alto rendimiento. Extenista profesional y doctor en ciencias del deporte, es director ejecutivo y cofundador de la International Tennis Performance Association (ITPA). A lo largo de su carrera trabajó con figuras como John Isner, Madison Keys, Coco Gauff y Sloane Stephens, además de ocupar cargos ejecutivos en empresas de primer nivel como Pepsico, Gatorade y los Cleveland Cavaliers de la NBA.
El contexto competitivo no le da respiro a Djokovic. Carlos Alcaraz y Jannik Sinner se repartieron los últimos ocho títulos de Grand Slam y representan el gran desafío para el serbio en esta etapa final de su carrera. En ese escenario, Nole no solo busca superar récords históricos, sino también demostrar que todavía puede imponerse frente a la nueva generación.
La apuesta por Kovacs se suma a una filosofía que Djokovic sostiene desde hace más de una década. Desde 2010, el serbio prioriza el cuidado extremo de su cuerpo y la nutrición, con una dieta estricta sin gluten, lácteos ni azúcar refinado, tras ser diagnosticado con intolerancias alimentarias por el nutricionista Igor Cetojevic. Estas decisiones fueron clave para evitar problemas físicos que afectaban su rendimiento en el pasado.
Además, Djokovic mantiene un objetivo a largo plazo: llegar en actividad a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, una meta que sigue influyendo en cada decisión de su carrera. En cuanto a la logística inmediata, el plan es viajar directamente a Melbourne sin disputar torneos previos, con el foco puesto exclusivamente en el Australian Open.
Con esa participación, Djokovic alcanzará las 81 presencias en torneos de Grand Slam, igualando el récord de la Era Open que comparten Feliciano López y Roger Federer. Un dato más que refleja la magnitud de una carrera marcada por la constancia, la evolución y la obsesión por la excelencia.
Novak Djokovic, un competidor incansable que se niega a bajar los brazos y que, a los 38 años, vuelve a desafiar los límites del tiempo. Su historia demuestra que, en el tenis de elite, la preparación y la mentalidad pueden ser tan decisivas como el talento.
El 2026 asoma como un nuevo examen para el serbio y el mundo del tenis estará atento. Porque mientras muchos piensan en el retiro, Djokovic sigue pensando en títulos, récords y gloria.
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