Si alguien hubiera dicho después del GP de Países Bajos que Max Verstappen llegaría a Brasil en plena pelea por el campeonato, pocos lo habrían tomado en serio. En ese momento, el neerlandés estaba más de 100 puntos detrás del líder y Red Bull atravesaba su etapa más irregular del año. Sin embargo, cinco carreras bastaron para cambiarlo todo: el tetracampeón llega a Interlagos encendido, a solo 36 puntos de Lando Norris y con una racha que infunde respeto en todo el paddock. La lucha por el título, que parecía sentenciada, volvió a abrirse gracias al empuje del número 1.
El tetracampeón del mundo atraviesa un momento de forma impresionante. Con un coche que volvió a responder, Verstappen ha recortado diferencias y se metió de lleno en la lucha por el campeonato. Lo que parecía imposible, hoy lo tiene a tiro, y hasta algunos de sus detractores lo dan como favorito.
Y para completar el cuadro, llega a Interlagos, uno de los escenarios donde el neerlandés se siente más cómodo. Allí ha ganado en tres ocasiones y dejó actuaciones para el recuerdo. En 2024, partiendo desde la 17ª posición, ganó bajo la lluvia con casi 20 segundos de ventaja sobre Esteban Ocon, mientras Norris —que había salido desde la pole— apenas pudo ser sexto.
Sin embargo, su primer gran golpe en Brasil fue en 2016. Con apenas 19 años, firmó una remontada épica en condiciones extremas, fue comparado con Ayrton Senna y terminó tercero. Desde entonces, Interlagos es considerada su “pista talismán”.
Los números asustan: tres victorias, múltiples podios y actuaciones que consolidaron su reputación de piloto imbatible en lluvia. En contraste, McLaren no gana en Sao Paulo desde 2012, cuando Jenson Button subió a lo más alto del podio. Desde el inicio de la era híbrida, la escudería británica no ha vuelto a festejar allí.
Aun así, Brasil también trae un recuerdo amargo para el neerlandés. En 2018, cuando lideraba con comodidad, Ocon intentó desdoblarse y ambos chocaron, dejándole la victoria servida a Lewis Hamilton. Verstappen terminó segundo y furioso, protagonizando un recordado cruce con el francés durante el pesaje.
Con estos antecedentes, Interlagos promete ser otra parada decisiva en la lucha por el título 2025. Si Verstappen mantiene su nivel, McLaren tiene razones de sobra para preocuparse.
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