George Russell atraviesa el mejor momento de su carrera en la Fórmula 1, pero paradójicamente su futuro está más abierto que nunca. A pesar de ser el único piloto —fuera de los McLaren o Max Verstappen— que ha ganado en la temporada 2025, Mercedes aún no ha confirmado su renovación para 2026. Una situación que muchos consideran injusta, y que alimenta la idea de que Russell es, sin dudas, el piloto más subestimado de la parrilla.
El sueño de Toto Wolff con Verstappen
La principal razón detrás de esta incertidumbre parece ser el eterno deseo de Toto Wolff de contar con Max Verstappen en Mercedes. Desde principios de temporada, los rumores sobre un posible fichaje del neerlandés ganaron fuerza, justo cuando las negociaciones por la extensión de contrato de Russell se habían enfriado. Incluso se habló de un ‘ok’ de la junta directiva del grupo Mercedes para desembolsar más de 100 millones de euros por el cuatro veces campeón del mundo.
Pero incluso después de que Verstappen confirmara su continuidad con Red Bull antes del Gran Premio de Bélgica, la renovación de Russell sigue sin anunciarse. Y eso sorprende, porque el británico acumula 2 victorias y 8 podios en 2025, manteniendo a Mercedes segundo en el campeonato de constructores, un logro enorme si se compara con la irregularidad de Lewis Hamilton en el mismo monoplaza.
Russell, el hombre al que siempre le roban el protagonismo
Más allá de los resultados, hay una percepción generalizada: algo siempre le quita atención a George Russell. Cada vez que logra algo importante, surge un hecho paralelo que eclipsa sus méritos. Basta con repasar su trayectoria reciente:
- Bélgica 2021: Clasificó segundo con un Williams, el auto más lento de la parrilla, pero la carrera fue cancelada por lluvia.
- Brasil 2022: Logró su primera victoria con Mercedes, justo el fin de semana en que Verstappen desobedeció órdenes de equipo en Red Bull y se robó los titulares.
- Austria 2024: Ganó tras el choque entre Verstappen y Norris. En vez de destacar su manejo impecable, se habló solo del incidente.
- Bélgica 2024: Venció con una estrategia perfecta… hasta ser descalificado por una infracción de peso en el monoplaza.
- Las Vegas 2024: 1-2 para Mercedes, pero el foco estuvo en el cuarto título consecutivo de Verstappen.
- Canadá 2025: Ganó con autoridad, pero el accidente de Norris y Piastri se llevó toda la atención.
- Singapur 2025: Triunfo inesperado en un circuito desfavorable para Mercedes, pero el ruido mediático giró en torno a los McLaren… y a las cámaras de la transmisión.
Como bromean los fanáticos, si Russell algún día gana un campeonato del mundo, probablemente ese mismo día “regresará Elvis” o “caerá un meteorito”, porque siempre hay algo que le quita brillo a su éxito.
El silencio de Toto y el peso de la percepción
El comportamiento de Toto Wolff tampoco ayuda. El jefe de Mercedes, que conoce a Russell desde su paso por la academia del equipo, parece mantener las puertas abiertas para Verstappen o incluso Charles Leclerc, algo que genera incomodidad entre los seguidores de Mercedes. La duda es lógica: si Russell está al nivel de ambos y el monoplaza de 2026 promete ser el más potente con el nuevo reglamento, ¿para qué buscar fuera lo que ya tienen dentro?
Russell ha demostrado madurez, velocidad y consistencia. A sus 27 años, es uno de los pilotos más completos del campeonato, y el único capaz de mantener el pulso a Verstappen cuando el Mercedes se lo permite. Sin embargo, su perfil bajo y la falta de respaldo mediático lo dejan, una y otra vez, fuera del foco que merece.
En un deporte donde el brillo mediático pesa tanto como las décimas por vuelta, George Russell sigue siendo el ejemplo perfecto de talento subestimado.
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