16 May, 2025

En el primer capítulo de esta serie hablamos del polémico penalti de Julián Álvarez contra el Real Madrid. En una eliminatoria donde jugaron algunos de los mejores futbolistas del mundo, un resbalón y la decisión de anular el penalti se apoderaron de todos los titulares. Sin embargo, no es lo mismo cometer un error en un campo de fútbol que en un ring de boxeo. Las consecuencias pueden ser fatales. La polémica de este episodio supuso el inicio del declive de la carrera de Mike Tyson, la desaparición de un árbitro que iba en camino de estar en el Salón de la Fama y el resurgir de un boxeador que estaba atravesando el peor momento de su vida. Os recuerdo que en esta serie os invito a revivir los momentos más sorprendentes y trascendentes del deporte. Y aquí tenéis el segundo capítulo:

Contar hasta 10

¿Cuántos segundos se necesitan para contar hasta 10? Para que este juego tenga sentido no vale contar rápido, sino tratar de hacerlo segundo a segundo como haría un árbitro profesional. Yo he tardado 13 segundos en llegar a 10. Hice la prueba con otras cinco personas más y todas sobrepasaron el límite.

En boxeo, estos 10 segundos son decisivos cuando un luchador cae a la lona. Si no se pone en pie en ese lapso de tiempo, pierde el combate. Pero en realidad lo que se pone en marcha no son 10 segundos de reloj, sino un conteo de 10. Un conteo hecho por un árbitro. Y creedme cuando os digo que Octavio Meyran, el árbitro del polémico combate entre Mike Tyson y Buster Douglas, habría deseado que fuera la tecnología quien calculara esos segundos.

El combate

Mike Tyson no veía a Buster Douglas como un peligro. Se convenció de ello tras ver sus peleas y comprobar que había perdido contra rivales a los que él había noqueado con facilidad. Relajado, pasó las semanas previas entre fiestas, excesos y mujeres. Douglas, en cambio, vivía un drama: su mujer lo abandonó y su madre, la única que confiaba en él y decía a todo el mundo que su hijo sería el primero en ganar a Iron Mike, falleció 23 días antes de la pelea. Visto con perspectiva, no hay duda de que la pérdida de Douglas fue uno de los detonantes de la derrota de Tyson. Mientras que el campeón creía tenerlo todo -y todo a su favor-, al aspirante solo le quedaba luchar por el combate, así que empleó todas sus energías en prepararse para la cita.

“A aquel cuadrilátero no se subió el Mike Tyson de costumbre. (…) Arrancó el combate y lo hice de pena”, explica Tyson en su autobiografía Toda la verdad. Aun así, consiguió conectar uno de sus característicos uppercuts y mandó a Douglas a la lona. Empieza el conteo. 1… 2…. 3… 4… 5… 6… 7… 8… Douglas se puso en pie justo en el 9 y nada más levantarse sonaron las campanas anunciando el final del octavo asalto. El público no podía creerlo, nadie se levanta después de un golpe demoledor de Tyson. Pero no solo resistió, sino que levantarse renovó sus energías y agotó las del campeón. En el décimo asalto fue Douglas quien lo noqueó y el conteo llegó hasta los 10. Se acabó. Tyson dejó de ser invencible. El nuevo campeón, entre lágrimas: “Lo hice por mi madre”.

La polémica

¿Contó bien el árbitro en el primer noqueo de Tyson a Douglas? “Quien controlaba el tiempo era japonés y el árbitro era mexicano. No hablaban el mismo idioma y fueron incapaces de coordinarse en el conteo.”, asegura Tyson. Cuando un luchador cae en la lona, un controlador del tiempo empieza el conteo. Una vez el árbitro tiene controlada la situación en el ring, recoge la cuenta iniciada por el controlador y la continua. “Cuando el árbitro cantó “cinco”, Douglas llevaba de verdad ocho segundos en la lona”, asegura Tyson. La polémica tardó tanto en resolverse que tuvieron que pasar más de dos días para reconocer a Douglas como el nuevo campeón.

Las consecuencias del conteo

Tyson perdió su cinturón y empezó su declive como boxeador. Douglas fue derrotado en su primera defensa del título ante Evander Holyfield, pero pudo cumplir la última promesa que hizo a su madre. Y Meyran, tras haber arbitrado 22 peleas por el título, nunca volvió a ser elegido para otra. Bien o mal contados, cuántas cosas pueden cambiar en solo 10 segundos. Nos vemos el sábado que viene.


Fuente: Mundo Deportivo