
David Alonso es el campeón del mundo de Moto3. El colombiano, tras una temporada de ensueño con el equipo CFMOTO Aspar Team, logró además un récord en el Mundial de Motociclismo. El piloto, a sus 18 años, se convirtió con 14 victorias en el corredor que ha celebrado más triunfos en una temporada en cualquier categoría.
En el Gran Premio de Australia, David Alonso igualó las 11 victorias de Valentino Rossi en 125cc en 1997. Y, en la siguiente prueba, celebrada en el circuito de Buriram (Tailandia), el campeón del mundo de Moto3 batió los registros de Il Dottore en categoría pequeña. El de Tavullia aplaudió la gesta del colombiano y le mandó un mensaje: “Me dijo: ‘Hola, felicidades por todo el año que estás haciendo. La celebración fue muy divertida y me gustó mucho. A ver si un día nos vemos y lo celebramos’“, recordaba.
Recientemente, el corredor, que en 2025 estará en la parrilla de Moto2 con el CFMOTO Aspar Team, admitía que “me alegré mucho con el mensaje, porque Valentino Rossi es alguien enorme dentro de este deporte. Es cierto que en el pasado tenían menos carreras, así que yo he tenido más oportunidades que él. Estoy feliz por haber alcanzado esas cifras, aunque me alegró más el mensaje que me mandó Rossi después de haber conseguido el récord“.
El origen de la celebración
En la celebración que hizo David Alonso en honor a Il Dottore en Australia, el colombiano apareció con vendas en la cabeza. En 1997, Valentino Rossi subió al cajón en Indonesia acompañado por el japonés Kazuto Sakata y Jorge Martínez Aspar. Cuando desde megafonía gritaron el nombre del italiano y apareció en el podio, el ’46’ lo hizo con un vendaje de color azul que recubría toda su cabeza. Más tarde, se supo que la razón fue un accidente de tráfico junto a su padre, Graziano Rossi.

Valentino Rossi, con el vendaje, junto a Jorge Martínez Aspar
El doctor Claudio Costa, fundador de la Clinica Mobile, concedió hace meses una entrevista al ‘Corriere della Sera’ en la que desvela detalles del suceso: “Cuando corría en 125cc, Valentino sufrió un grave accidente automovilístico con Graziano, su padre. El golpe le provocó una grave lesión en la cabeza. Los médicos cuestionaron si podría continuar su carrera. Fuimos a Villa Serena, una residencia de ancianos ubicada en Forlì. Estudiamos su cerebro, precioso y maravilloso: ‘Para mí, ya puede correr el domingo en Indonesia’, le dije a su madre. Subimos juntos al avión; ganó la carrera“.
Fuente: Mundo Deportivo