Ilia Topuria no sería el primer peso pluma en enfrentarse a Islam Makhachev. El ex campeón de las 145 libras, Alexander Volkanovski, estuvo muy cerca de vencer al número uno del libra por libra en su primer intento por convertirse en doble campeón de UFC. Sin embargo, la revancha tuvo un final muy duro para el australiano, que cayó desplomado a la lona tras recibir una brutal patada a la cabeza. Por otro lado, Makhachev no ganó nada más que dos defensas exitosas en estos dos combates por el cinturón de las 155 libras, además que los aficionados restaron importancia a estas dos defensas por no ser contra un peleador de la misma división.
Islam Makhachev respondió a las críticas sometiendo a Dustin Poirier el pasado mes de junio en UFC 302. El daguestaní será el encargado de inaugurar el próximo 2025 en el primer evento de PPV del año. UFC 311 albergará dos cinturones de la promotora estadounidense: Merab Dvalisvili contra Umar Nurmagomedov por el título de peso gallo e Islam Makhachev contra Arman Tsarukyan por el cinturón de peso ligero. Si el de 33 años consigue superar esta prueba contra el peleador armenio, se convertirá en el monarca con más defensas del cinturón de las 155 libras en la historia de la UFC.
Una de las peleas que más desean los aficionados de las MMA que se haga realidad es Islam Makhachev contra Ilia Topuria. El campeón de peso pluma quiere completar lo que su predecesor no consiguió: convertirse en doble campeón de UFC. Sin embargo, el número uno del ‘libra por libra’ también quiere hacer lo mismo tras su combate ante Tsarukyan, por lo que será muy difícil ver al hispano georgiano y al daguestaní compartiendo octógono.
“Topuria puede pelear bien”, dijo Makhachev en una entrevista con Yuka_MMA. “No me molesta que hable de mi, no ha dicho nada que pase la línea, no toca el honor. Es parte del juego, como he dicho. Él es un campeón, tiene que hablar. Seguramente tenga algo que decirme. No entiendo lo que me quiere decir. Vayamos afuera y hablemos“.
Makhachev ha insistido en la entrevista en el poco reconocimiento deportivo que recibiría si venciera una vez más al campeón de la división inferior, pero deja la decisión en manos de la UFC.
“Pelearemos si lo necesitamos. Si lo miramos desde una perspectiva deportiva, no estoy interesado en Topuria. Él pelea en una categoría distinta. Si le gano, ¿Qué me dará él a mi? No gano el cinturón. Todo el mundo dirá que he ganado a un tipo de una división inferior otra vez. Pero si la gente quiere verlo perder, podemos hacerlo”.
“Tengo otros objetivos. Quiero conseguir un segundo cinturón“, Makhachev quiere hacer lo mismo que Topuria, subir de categoría y obtener un segundo cinturón. Además, el ruso habría defendido hasta cuatro veces su reinado, mientras que ‘El Matador’, aunque ha noqueado a los dos últimos campeones de la división, solo ha defendido una vez su título y todavía le queda alguna pelea interesante en su categoría.
Este hipotético combate entre Topuria y Makhachev podría estar todavía más lejos de hacerse tras las declaraciones del ruso sobre dejar su título de peso ligero vacante. Todo dependerá de cuando Usman Nurmagomedov, campeón mundial de peso ligero de Bellator y primo de Khabib Nurmagomdev, se incorpore a la UFC. Makhachev cree que será pronto.
“No tiene mucha competencia ahí [Usman Nurmagomedov]. Si entra en la UFC, cuando deje mi cinturón vacante y suba de peso para ganar uno nuevo, Usman lo puede coger. Los 70 kilos [155 libras] es nuestro peso y tenemos un montón de chicos fuertes en el gimnasio que pueden retener el cinturón durante un largo tiempo”.
Si los planes de Makhachev se hacen realidad, Ilia Topuria y Usman Nurmagomedov podrían llegar a verse las caras en un choque por el título de peso ligero.
Topuria también reveló sus planes para 2025: enfrentarse a Charles Oliveira en abril o mayo para después retar al campeón de las 155 libras. Sin embargo, también tiene pendiente la revancha contra Alexander Volkanovski que le prometió en UFC 308. Cada peleador mira por su lado, pero todo dependerá de lo que decida la promotora estadounidense.
Fuente: La Vanguardia