15 January, 2025

La pandemia cambió vidas, y algunos de esos cambios generaron reacciones en cadena. Diego Real tenía 26 años en pleno confinamiento de 2020 y su club de rubgy de toda la vida, San Carlos, le pidió si podía hacer algo por sus amigos. El objetivo era mantenerlos en forma, ¡cómo sea! Virtual, a distancia, luego cuando se empezó a salir, al aire libre. “Fue encontrarme conmigo mismo”, reconoce cuatro años más tarde Diego. “Yo no sabía si tenía que seguir una carrera universitaria, o trabajar en una oficina, pero encontré ahí lo que más me gustaba: ayudar a otros a través de la actividad física”. De una primera clase con seis amigos, hoy lidera una comunidad de 500 miembros activos, y generó una reacción en cadena.

Real asegura a LA NACION que nunca olvidará esa primera clase con amigos de toda la vida. “Fueron los pioneros, el Vasco, Trocas, el Colo, el Oso, Juampi y Facu (su hermano)”. Se encontraron en la terraza del edificio y aprovecharon para entrenar hasta las escaleras. Ya el año previo Real había realizado el curso de personal trainer y luego no paró de capacitarse: había encontrado en esa pandemia, su propósito. “Armamos Puesta Punto, una comunidad deportiva cuyo objetivo es lo social”, explica Diego, y desde ahí no paró.

Uno de los encuentros al aire libre del grupo de trabajo: música en los entrenamientos, actividades divertidas, inclusión de cada nuevo integrante, todo suma en la experiencia
Uno de los encuentros al aire libre del grupo de trabajo: música en los entrenamientos, actividades divertidas, inclusión de cada nuevo integrante, todo suma en la experienciaGentileza

Música en los entrenamientos, actividades divertidas, inclusión de cada nuevo integrante, todo fue sumando en cada encuentro. “Desde el inicio tuve la búsqueda de no dejar pasar ni una oportunidad de hacer lo mejor”, lo define Real. Con esa búsqueda fue creciendo y recibiendo cada vez más integrantes. Una de ellas fue Mora Melgarejo, que recién llegada de Río Gallegos no sólo quería entrenar, sino principalmente hacer nuevos amigos.

“Empecé en octubre de 2021, yo no venía de un buen año en lo personal”, inicia Mora su relato. “Recién llegada a la ciudad, quería conocer gente, y aprovechando que me gusta entrenar pensé: ‘vamos a probar acá’”. El primer día le fue clara a Diego sobre su objetivo: entrenar pero también divertirse y socializar. Hoy parece una embajadora de Puesta Punto. “Soy un poco tímida, pero sabía que tenía que dejarlo de lado. Así que empecé a charlar con la gente que iba, aprenderme nombres. Luego pasé al turno de la tarde y conocí más personas”. Hoy lo siente como su lugar.

Mora Melgarejo llegó a Buenos Aires desde Río Gallegos y necesitaba entrenarse y socializar: dio en la tecla
Mora Melgarejo llegó a Buenos Aires desde Río Gallegos y necesitaba entrenarse y socializar: dio en la teclaGentileza

“Empecé a ir en distintos horarios y me quedaba ahí. Era como mi club pero al aire libre. Me podés encontrar fácil en la plaza porque me encanta estar ahí, pasar tiempo con ellos”, sonríe Mora. Ahora siente que es el momento de devolver lo que ella recibió cuando empezó. “Saludo a uno por uno, me sé todos los nombres, trato de integrar a todos. Porque a mí me sirvió mucho que me integren. Me gusta que Puesta Punto sea para los demás lo que se transformó para mí: una familia. Tengo a la mía lejos, en Río Gallegos, y ahora tengo a ellos acá”.

A correr y divertirse: la comunidad liderada por Diego Real tiene ya unos 500 miembros
A correr y divertirse: la comunidad liderada por Diego Real tiene ya unos 500 miembrosGentileza

En esa cascada de transformaciones que impulsa la comunidad deportiva, un día llegó Gustavo Martinez. Era febrero de 2023, un día que nunca olvidará. “Me dije ‘quiero dejar esto que soy’”, recuerda hoy Gustavo. Pesaba 156 kilos, apenas podía caminar, no respiraba bien. Lo vio a Diego bajando todos los elementos de entrenamiento de su vehículo a la plaza y se acercó. “Él me saludó antes, me cayó bien, y le pregunté, ‘¿cuándo puedo empezar?’ Me respondió de una: hoy”. Al final no fue ese día sino al siguiente, y contra todos los contratiempos, nunca más dejó. “Encontré una comunidad con muchas ganas de darte ánimo”, asegura Gustavo, “y también un gran grupo de profesionales que me contuvieron, me enseñaron no sólo a entrenar, sino a descansar mejor, hidratarme mejor, comer mejor”.

Hoy Gustavo es otra persona que no se detiene en su camino de transformación. Pesa 84 kilos y no lo duda: “Voy a llegar a los 72 kilos”. Mientras muestra la remera que le hicieron especial para él cuando empezó en Puesta Punto. “Ahora parece una carpa cómo me queda, pero en ese momento yo no conseguía remeras en ningún lado, incluso esa me quedaba justa”, afirma mientras despliega la prenda, que si fuese catalogada llevaría varias equis antes de la ele.

Diego Real en la fiesta de fin de año de Puesta Punto
Diego Real en la fiesta de fin de año de Puesta PuntoGentileza

Real asegura que los alumnos son el principal motor y que él y todo su equipo acompañan con el mismo espíritu de integración. Son seis profesores, una community manager y un fotógrafo profesional: Pola Ezeta, Rodrigo Morsella, Tomás Ullua, Juan Ignacio Vázquez, Bernardo Lasarte y Manuel Cereijo. Y junto a Diego, Javier Espinosa que empezó como alumno, pasó a ser socio y hoy se ocupa de la gestión. A su vez todo este gran equipo generó una unión de comunidad junto a Adidas y @adidasrunnersbsas.

La pandemia que paró el mundo y causó catástrofes personales y sociales, también dejó el lugar para la esperanza y el crecimiento. Entre el confinamiento y los barbijos Diego encontró su sentido en la vida y lo pudo transmitir a otros. Fueron muchas Moras y Gustavos que encontraron un cambio en una comunidad deportiva y se lo transmitieron a otros. Como una reacción en cadena, que busca mejorar y despegarse de un pasado de encierro a una conexión libre con la actividad física y todos lo que estén en la misma sintonía.

Elementos de las distintas actividades de la comunidad deportiva en la que Real tiene un grupo de colaboradores: Pola Ezeta, Rodrigo Morsella, Tomás Ullua, Juan Ignacio Vázquez, Bernardo Lasarte y Manuel Cereijo
Elementos de las distintas actividades de la comunidad deportiva en la que Real tiene un grupo de colaboradores: Pola Ezeta, Rodrigo Morsella, Tomás Ullua, Juan Ignacio Vázquez, Bernardo Lasarte y Manuel CereijoGentileza

Fuente: La Nacion