Jorge Martínez es uno de los socios fundadores y actual director de la M3 Padel Academy, la entidad que presume de haber sido la primera academia profesional de pádel del mundo.
Con una larga trayectoria en el mundo del pádel como seleccionador nacional absoluto de España o Brasil o director técnico de la Federación Española de Pádel entre otros, Jorge Martínez ha aportado su experiencia a una academia referente que siempre se ha caracterizado por tener a los y las mejores: Fernando Poggi, Ale Galán, Juan Lebrón, las Gemelas Alayeto… Junto con otros jugadores que empujan desde atrás como ahora Delfi Brea y Bea González.
El 2023 ha sido un año complejo e ilusionante por M3: las dificultades de Lebrón y Galán, la marcha de Mariano Amat, el ascenso de Delfi y Bea… De todo ello, hablamos con Jorge Martínez.
Entrevista a Jorge Martínez
Felicidades por el año, Jorge. No sé si lo consideras como uno de los mejores años de la Academia…
Ha habido años muy buenos. Con Galán y Lebrón, las gemelas… Sí ha sido un año muy bonito por lo que ha significado poner a una pareja como Delfi y Bea en el número 2 y por haber logrado que Lebrón y Galán hayan recuperado el nivel y que finalmente permanezcan juntos.
En cuanto a resultados y retos es un año muy bonito. También ha habido una muy buena evolución de jugadores menos visibles como Alex Arroyo, que cada vez es más maduro y está mejor, Sofi y Ale Salazar, Noe y Jimena… Tenemos muchos retos que no se ven tanto pero que a nivel de academia son muy interesantes.
No todo es el Número 1, está claro.
Exacto. El número 1 es lo que más se ve, pero detrás hay mucho trabajo. El 1 es algo muy difícil y efímero, pero lo otro queda. Esta base es muy importante y la tendremos siempre, el 1 no.
Los que han perdido el 1 son Lebrón y Galán. ¿Cómo has vivido este año más cerca de ellos?
Yo les he seguido más a pie de pista, pero con ellos he estado siempre. Mariano los acompañaba de cerca, en los banquillos, pero detrás -insisto- está todo el equipo. Cuando Mariano decidió irse por decisión personal tuve que dar ese paso adelante como director de la Academia. Yo tenía unos compromisos previos con Delfi y Bea e hice equipo con Alberto Ruíz. Ellos se han sentido cómodos y desde la academia se ha vivido como un reto importante… Ha salido muy bien.
Es notorio que Lebrón ha tenido que mutar su estilo de juego después de la lesión. ¿Qué papel tenéis los técnicos en este cambio? ¿Cuáles son las claves de esta adaptación?
Que ha habido un cambio importante en la forma de jugar de Juan es algo evidente. El basaba prácticamente todo su juego en la definición y la pegada, jugando un poco desde posiciones más retrasadas para estar mejor colocado. A partir de la lesión, esa posición ya no le ayudaba porque dejaba demasiado espacio delante y el tiro intermedio no lo tenía. Eso ha tenido que evolucionar y ha empezado a trabajar otros golpes como la bandeja o las víboras que le ayuden a ser más competitivos. Eso lleva un proceso porque en su cabeza entendía los partidos de otra forma.
Me parece que ha sido un proceso muy meritorio, también por parte de Galán, que ha tenido que cambiar y adaptar su juego para su compañero. Y sí, también del equipo técnico por insistir y hacerle ver a Juan que tenía que jugar diferente.
¿Este proceso les ha hecho más fuertes como pareja? Seguro que ha influido en la decisión de seguir juntos…
Sí. Se sienten reforzados, se dan cuenta que son capaces y es uno de los retos que se ponen para la próxima temporada. Ser competitivos jugando de otra manera.
“Juntos son más fuertes que cada uno con otra pareja por separado”, sobre Lebrón y Galán
Había ciertas dudas de su continuidad… ¿Cómo se gestiona desde la figura de entrenador?
Tenemos nuestra opinión al respecto y se la hacemos saber. Nosotros siempre hemos sido partidarios de que esa pareja debería continuar, de que había que luchar para superar las dificultades que tenían y que entendíamos que lo mejor para ellos a nivel profesional era mantenerse juntos.
¿Por qué?
Me parece que es una pareja de referencia y, desde mi punto de vista, no van a encontrar una solución mejor. Juntos son más fuertes que cada uno con otra pareja por separado. Era lo mejor. La segunda mitad del año les hace crecer. A partir de ahí, ellos han vivido un proceso, han tenido que ir madurando la decisión y han visto que podían jugar y convivir bien.
¿Cómo os afectó la marcha de Mariano?
Llevo trabajando con Mariano entre 20 y 25 años, toda una vida juntos… A la vuelta de París, me dijo que no podía más y necesitaba otra cosa. Primero nos cogió por sorpresa y luego actuamos con determinación dando una respuesta rápida en la Academia para suplir su ausencia. Es la fuerza de los equipos, todo el mundo es importante, pero nadie es indispensable y todo seguirá. Si me voy yo, lo mismo.
Cambiando de pareja. ¿Esperabas tal éxito en Delfi y Bea?
Había que ser muy optimista para pensar que ganarían 8 torneos y acabarían como pareja 2 en WPT. Sí es cierto que cuando me junté con ellas les dije que para mí el objetivo era llegar e intentar ganar el Master Final porque con el tiempo que teníamos podíamos avanzar en muchas cosas. Ha salido cara… Hay veces que no sale y esta vez ha salido todo bien.
La candidatura al número 1 ya está sobre la mesa…
A partir de ahora la responsabilidad es otra. Desde la humildad y el trabajo es un reto que queremos asumir. Creo que tienen condiciones y calidad para poder aspirar a lo máximo y en eso estamos. Luego el tiempo y los resultados te ponen en su lugar, pero como aspiración… ¿cómo no vas a mirar hacia arriba?
¿Qué tienen que mejorar para llegar a ese objetivo?
Se alcanza el número 1 ganando partido a partido y consiguiendo objetivos cortos en el camino, en eso es en lo que se tienen que enfocar. Si trabajan bien el día a día, tendrán opciones, pero se tiene que cumplir todo lo previo: cómo entrenas, cómo vives… Y aun así nadie te garantiza que vas a llegar, por eso cuando alguien alcanza el 1 hay que darle mucho valor, y si se mantiene aún más.
El que está fuera del deporte no valora ese proceso, solo el resultado: éxito o fracaso. Y la dificultad es infinita, nosotros lo sabemos.
Además, son amigas. Entiendo que facilita el trabajo del día a día…
Mucho. Se puede trabajar sin ser amigas ni llevarse bien, como uno que va a la oficina. Pero ayuda mucho y facilita el trabajo, el ambiente es muy bueno. No llevarse bien tampoco es excusa para no trabajar. Para mí, esta una queja que hago extensa: los cambios de pareja son uno de los grandes males del pádel. Por lo que significa, el ejemplo que da… Cuando uno va mal tiene que pelear para que las cosas vayan bien.
¿Crees que se deberían regular y limitar los cambios entonces? Este es un debate común…
Totalmente. Soy partidario de regular y poner ventanas, por ejemplo, en enero y verano. Creo que sería bueno para los jugadores, patrocinadores, organizadores, entrenadores…
“En el pádel nos falta potenciar más la figura del equipo”
También para los aficionados…
Exacto. A la gente nos gusta identificarnos y ser de un equipo. Creo que en el pádel nos falta potenciar más la figura del equipo, sería beneficioso para todos y perjudicial para nadie, estoy convencidisimo.
¿Qué te parece el nuevo calendario?
Yo tengo muchas ganas porque es un circuito nuevo, unas condiciones buenas… Las expectativas son altas y me apetece. Valorar ahora mismo el calendario es complicado porque es muy reciente, ya veremos. No me parecen mal las giras, aunque estaré mucho tiempo fuera de casa, pero la valoración no puede ser personal.
¿Cómo afecta a la Academia estar fuera tanto tiempo?
Eso ya cambió este año. Como academia nos tuvimos que adaptar y tenemos una academia itinerante. Los jugadores que viajan y quedan fuera de la competición tienen que poder seguir entrenando y estamos viajando con 4 entrenadores para proporcionar entrenamientos a los jugadores, es la evolución que exige el pádel porque la mayoría quedan eliminados en primeras rondas. Tenemos un equipo de entrenadores en Madrid y otro viajando, una evolución importante.
¿Tenéis fecha para la vuelta ya?
El día 8 empieza la pretemporada. El descanso es importante, fundamentalmente para los jugadores que han jugado el Master. Luego hay que adaptar el plan a cada jugador porque algunos acabaron hace un mes. Será una pretemporada distinta porque tenemos poco tiempo, pero la tendencia va a ser esa. Más competición y menos entrenamientos. Habrá que dividir la temporada en dos partes.
Haciendo balance del año, ¿con qué momento te quedas?
Han pasado muchas cosas bonitas, seguramente haber estado en las dos finales del Master Final a nivel personal y de academia me parece algo muy difícil y bonito. Además, estuve acompañado por mi hijo Víctor que vino al torneo, los dos estábamos muy felices y fue el momento más bonito de la temporada. También Valladolid porque me gusta mucho y también porque estuvo Víctor.
¿Y un deseo para el 2024?
Mi ilusión sería que las parejas con las que trabajo se mantuvieran durante todo el año y poder hacer un trabajo sin cambios de pareja, sin cambios de entrenador… Eso para mí sería el reto.
Fuente: Mundo Deportivo