
El extenista profesional y entrenador Pepe Imaz, que lleva diez años trabajando a nivel emocional con el serbio Novak Djokovic, ha vaticinado que el jugador no tiene un “límite de retirada en perspectiva” y actualmente es difícil prever “cuántos años le pueden quedar” en activo.
Pepe Imaz Ruíz (Arnedo, La Rioja, 1974) ha estado este fin de semana en Ceuta para formar parte en el “Master Nacional” de las categorías sub-12, sub-14 y junior que se ha celebrado en la ciudad y para ofrecer una conferencia sobre “El estado emocional en la competición”.
Afincado en Marbella (Málaga) desde hace veinticuatro años, ha afirmado en una entrevista con EFE que Djokovic tiene tenis por delante porque la cuerda que le queda “siempre se mide por deseo e ilusión y posibilidad física, y a día de hoy tiene las dos muy saludables, es decir, tiene una ilusión y un deseo enorme por continuar y físicamente está extraordinariamente bien y a nivel emocional también se siente muy bien”.
En este sentido, el riojano ha valorado que se está ante “un gran ser humano” al que ha “tenido el regalo de poder conocer y llevar una década a su lado a nivel profesional y personal: el proceso que ha hecho con su vida y como se trata a él mismo y a los demás es un reflejo de su trabajo interior”, afirmó.
“Me encanta estar cerca de una persona como Novak, ha evolucionado muchísimo, le encanta crecer, conocer e investigar, y hace un trabajo muy grande a nivel personal con él mismo, lo cual es fundamental en los resultados deportivos porque el nivel emocional ayuda muchísimo a hacer las cosas de una manera mejor o peor y si estás en más armonía todo será más longevo”, ha dicho.
Tenis actual
Al hacer una valoración sobre el tenis actual, ha comentado que “como espectáculo está creciendo, había sido un deporte muy clásico con las puertas muy cerradas a la innovación y ahora las puertas se van abriendo”.
A nivel competitivo, ha señalado que el nivel “se ha elevado muchísimo, con quince años con tres figuras históricas (Nadal, Djokovic y Federer) y eso le ha dado mucha bonanza al tenis mundial y, dentro de esos tres, España ha tenido uno como Nadal que ha dado tantas alegrías y tantos momentos de disfrute, y ahora aparece otra figura muy carismática como Alcaraz, que juega al nivel de número uno”.
En el apartado femenino, ha señalado que “Serena Williams estuvo muchos años dominando y ahora hay más movimiento en el ránking, se está profesionalizando mucho en las chicas y la evolución está siendo muy importante”.
Pepe Imaz también comparte su experiencia con otros tenistas como Fernando Verdasco, Santiago Giraldo, Flavia Pennetta, Daniela Hantuchova o Marcel Granollers.
“Djokovic es una persona conocidísima, pero lo que verdad me llena es hacerlo yo, conmigo, y luego compartir con otros lo que tanto me ha ayudado, porque, con 18 o 19 años, no tenía ganas de vivir”, ha afirmado.
A nivel emocional, Imaz dijo que “la mayor parte de los tenistas sufren, con lo cual emocionalmente hay mucho camino por recorrer, porque no es lo mismo jugar a algo que te gusta y lo haces muy bien, que sea un sufrimiento en algo que te aporte bienestar”.
En relación a si esta situación afecta por igual a hombres que a mujeres ha precisado que “el hombre es más mental y la mujer es más emocional, con lo cual en la mujer, por norma general, es más agresivo el dolor emocional”.
En su opinión, esta situación influye en los resultados en las pistas “porque cuando uno está tranquilo, haga lo que haga, lo hace mejor que cuando está nervioso, tenso o angustiado, de ahí que cuando uno acepta el error tiene más calma y más armonía, por lo que está más apto para hacer lo que haces a tu nivel óptimo”.
No le gusta recomendar nada, pero sí que puntualiza que “tratarnos con más respeto y más cariño, aceptando más nuestras carencias en vez de ocultarlas es algo que aporta a cualquier ser humano”.
Experiencia de vida
Pepe Imaz, que con diez años se fue a Barcelona -primero con Andrés Gimeno y luego con Luis Bruguera-, ha destacado que “no se puede confundir a los niños con los títulos que tiene o no, es decir, no se puede valorar por cómo hacen las cosas, sino que sean conscientes de que por el simple hecho de existir es lo más valioso que hay”.
A pesar de estar entre los 400 mejores del mundo con 18 años, el riojano dejó el tenis a los 23 años tras superar unos malos momentos, entre ellos la bulimia.
“Yo fui un jugador de tenis con ilusiones, a veces te olvidas de ti y de tu persona para centrarte en lo que consigues y ahí empiezan los miedos y, a consecuencia de los miedos, viene el estrés, la angustia, la ansiedad, tener frustraciones, llorar, sentirte infravalorado y todo eso hace mucho daño al niño, al adolescente y al adulto”, dijo.
Así puso en marcha el proyecto “Amor y Paz” en Marbella, para enseñar a los niños desde las perspectivas deportivas y la del ser, compartiendo esta escuela con Marko Djokovic: “hay chicos y jugadores profesionales, así como niños que quieren serlo, con los cuales compartimos nuestro recorrido”, indicó.
Ha comentado que inculcar valores es “siempre antinatural, lo suyo es compartirlo y al que le siente bien o le guste pueda cogerlo.
“La escuela de tenis es la segunda cosa porque, ante todo, tratamos de compartir con ellos porque la prioridad es el ser humano. A uno le pueden regalar el diamante más valioso del mundo, pero, a la hora de elegir entre la vida y el diamante, creo que el cien por cien diríamos la vida, con lo cual no debemos juzgarnos tanto”, comentó.