Cuenta la leyenda que cuando Kevin ‘Smiley’ Barrett dio por finalizada su carrera rugbística con el Taranaki Rugby después de 167 partidos le preguntaron qué planeaba hacer a continuación: “Voy a criar algunos All Blacks”. Y dicho y hecho.
En su granja lechera en Pungarehu, al sur de New Plymouth (isla norte de Nueva Zelanda), junto a su esposa Robyn, crió 8 hijos, cinco niños y tres niñas. La mayoría de días después de la escuela y los fines de semana, cuando no estaban ayudando con las tareas del campo, los chicos salían al jardín trasero, llamado jocosamente Barrett Cricket Ground, para jugar a rugby o cricket contra chicos de granjas vecinas. El mayor, Kane y el cuarto, Blake hicieron carrera en el Taranaki aunque Kane tuvo una conmoción cerebral y lo dejó pero los otros tres varones que tuvo el matrimonio, Scott, Beauden y Jordie se han acabado enfundando la prestigiosa y, a la que aspiran el 90% de los niños neozelandeses, camiseta All Black de la selección de rugby.
Cuestión de familia
Hay una larga tradición en la selección neozelandesa de hermanos que han tenido el honor de vestirla. Hasta 46 grupos donde están incluidos Julian y Ardie Savea; Sam, George y Luke Whitelock; Zinzan y Robin Brooke; los gemelos Alan y Gary Whetton; Owen y Ben Franks; Don e Ian Clarke; Colin y Stan Meads; Graeme y Stephen Bachop; Laurie, Cyril y Maurice Brownlie; Ginger y Mark Nicholls o Charles y Pat Purdue por poner algunos jugadores legendarios.
Aparte de los tres Whitelock (debutaron en 2013, tuvieron un abuelo –Nelson Dalzell– que también fue All Black y existe otro hermano –Adam– que jugó con los All Blacks 7’s) y los tres Brownlie (década de los años 20), el otro trío con lazos de sangre en los All Blacks son los Barrett. El primero en vestirla fue Beauden (27/5/1991) en 2012. Jugó la final contra Australia del Mundial de 2015 que ganaron (34-17) anotando un try en el minuto 79 tras salir desde el banquillo en el 65. Scott (20/11/1993) es All Black desde 2016 mientras Jordie (17/2/1997) lo es desde 2017. Los tres fueron seleccionados para el Mundial de Japón de 2019 donde Nueva Zelanda caería ante Inglaterra en semis (19-7) pero se llevarían el bronce ante Gales (40-17).
¿Es la genética?
Varios estudios de universidades neozelandesas llevan años intentando explicar el fenómeno All Black. ¿Cómo puede una nación de poco más de 5 millones de habitantes generar tal cantidad de jugadores de calidad desde que el oval llegó a las islas?. El profesor Peter Dearden, director de genética de la Universidad de Otago afirma que “los buenos genes deportivos pueden proporcionar la estructura muscular, la vista, el equilibrio, la velocidad, la agilidad y la constitución adecuadas aunque la forma en que se heredan los genes es una “especie de lotería”. Cree que es importante enfatizar que los grandes jugadores de rugby no se basan únicamente en genes: “El trabajo duro y la práctica siempre ayudan”.
Apunta que el trabajo en la granja y, sobre todo, el espacio al aire libre marcó la infancia de los Barrett: “Han heredado o absorbido esa misma ética de trabajo y la han trasladado al rugby”. Los entrenadores que han visto jugar a los cinco hermanos dicen que hay algo más: se esfuerzan, son competitivos, dedicados y tienen la actitud adecuada. Y, de niños, diversificaron sus deportes. Jordie jugó a cricket y golf además de rugby mientras Beauden y Kane jugaron a fútbol gaélico. También podría ser que en sus genes hubiera algo de su ascendencia: Kevin y Robyn tuvieron abuelos irlandeses.
Su padre solo tiene una respuesta a la cuestión: “Es la leche”.
¿Juntos es igual a victoria?
En el presente Mundial, los tres hermanos han compartido terreno de juego en cuatro partidos: contra Italia, Uruguay, Irlanda y Argentina (contra Namibia jugaron Beauden y Scott y vencieron) y los cuatro terminaron en victoria. El pasado viernes contra Los Pumas salieron los tres de titulares. Ganaron 6-44. El próximo sábado 28 pueden convertirse en el primer trío de hermanos en ser campeones del Mundo con los All Blacks. Antes de que Beauden guarde la camiseta negra en el armario y se convierta en leyenda.