El golf tiene esa magia, esas cosas inexplicables, que unen a un colectivo, lo hermana y se vuelcan con uno de los suyos. Eso es lo que ha pasado en Golf Entrepinos, ubicado en el mágico enclave de Simancas, en la ronda final del III Campeonato de Profesionales de Castilla y León PGAe, la quinta prueba del Circuito PGAs Spain Golf Tour.
Pablo Martín Benavides fue uno de los jugadores amateurs que hicieron historia en el golf español ya que en 2007 se convirtió en el primer jugador aficionado en ganar un torneo profesional del DP World Tour en Portugal. A partir de ahí su carrera fue meteórica, sumando dos victorias más como profesional. Pero la vida le mostró la otra cara de la moneda.
Sumido en un divorcio duro y extenuante, dejó de jugar al golf y desde hacía seis años había abandonado los campos por los juzgados tratando de recuperar a sus hijos. Batalla que ha dado por perdida y ahora trata de volver al deporte que se lo dio todo.
“En septiembre me di por vencido ante la imposibilidad de luchar contra el sistema sueco, así que decidí volver al golf, intentado a través del deporte poder volver a ver a mis hijos. Hoy, cada golpe que daba, cada putt que metía iba por ellos. Imaginando que podrían verme, que sepan que no les he olvidado, que están siempre conmigo y que espero algún día poder volver a verles. Esa ha sido la motivación de jugar mi primer torneo profesional en seis años”, explicaba un Pablo Martín muy, muy emocionado.
Su victoria no ha dejado a nadie indiferente. Ofreció el malagueño una auténtica exhibición de golf. Porque Pablo llegó a Entrepinos sólo con la ilusión, la esperanza y el deseo de comenzar una nueva vida; y se va con una victoria, muchos amigos, el cariño de todos sus compañeros y el público que ha acudido a verle ganar.
“En la PGA nunca caminarás sólo”, le ha dicho Ander Martínez, presidente de la PGA de España en la emotiva entrega de premios en la que, hasta al alcalde de Simancas, Alberto Plaza, le costaba no dejarse llevar por la emoción.
En lo deportivo, Pablo Martín dejó su impronta en Golf Entrepinos, con ese golf estratosférico que a todos nos cautivó hace ya quince años y que este viernes desplegó en toda su esencia. Y eso que hubo que esperar hasta el último hoyo para celebrar su victoria, porque el jovencísimo amateur Jaime Julve venía como una moto con cuatro birdies, pero no pudo sumar el quinto en el último hoyo y se quedó a un escaso golpe (-11) de forzar el playoff.
Fuente: Mundo Deportivo