Marina García Polo, Cristina Arámbula, Iris Tió, Alisa Ozhogina, Meritxell Mas, Blanca Toledano, Sara Saldaña y Paula Ramírez, con Berta Ferreras enloquecida en el banquillo. Es el nombre de las nuevas campeonas del mundo de equipo técnico de natación artística, las ganadoras de la prueba reina, las mujeres que han roto la barrera que durante tantos y tantos años la jerarquía de la ‘sincro’ y el dominio ruso negó a sus antecesoras.
España no quería ponerse techo en el Mundial de Fukuoka, donde el nuevo sistema de puntuación prometía una revolución. Se ha adaptado a ella de forma brillante, con un cuerpo técnico liderado por Mayu Fujiki que ha demostrado con el paso de las pruebas haber entendido mejor que nadie lo que pedían los jueces: arriesgar con mesura. Prometer y cumplir, diseñar y ejecutar lo prometido.
Así cayeron en días previos el oro de Fernando Díaz del Río en el solo técnico masculino, la plata de Emma García y Dennis González en dúo mixto técnico y los bronces de Iris Tió en solo técnico y de Tió junto a Alisa Ozhogina en dúo técnico. Con dificultad controlada, con una ejecución preciosa y precisa de lo prometido para no sumar penalizaciones en la hoja de ruta prevista y poder asegurar los elementos previstos.
Pero faltaba la prueba de fuego. El equipo, la gran modalidad olímpica, dividida en las rutinas habituales libre y técnica. Esta última, la primera en hacer su aparición en Fukuoka. Y España ha mantenido su hoja de ruta, con una demostración de precisión para proclamarse campeona del mundo de equipo técnico tras clavar otro ejercicio para la historia que supone uno de los mayores éxitos de siempre, si no el mayor, para la natación artística española.
Las españolas han realizado a la perfección su ejercicio al ritmo de ‘Olé Fukuoka’, la coreografía de flamenco japonés con arreglos de Salvador Niebla creada por el equipo técnico para hacer un guiño a la cultura japonesa.
Fuente: Mundo Deportivo