8 February, 2025

El italiano Matteo Berrettini sólo ha jugado diecisiete partidos esta temporada, aquejado primero por una lesión en un pierna y luego, más reciente, por una rotura abdominal. Se perdió la gira de tierra batida, llegó muy justo a la de hierba, tanto que incluso “unos días atrás no sabía si podría jugar Wimbledon”.

La relación especial que siente con el All England Club le animó a probar. “Aquí cambió mi vida”, señala recordando la final que perdió en 2021 ante el serbio Novak Djokovic. La hierba sienta bien a su poderoso juego físico. Saque difícil de restar, derecha fulminante y un revés cortado que le permite frenar las acometidas del rival. En su balance profesional en esta superficie, 36 partidos ganados y 7 perdidos.

Fue campeón de los ATP de Stuttgart y Queen’s, en 2022, cuando llegó a Wimbledon como retador oficial de Djokovic. Tuvo que retirarse justo antes de comenzar el torneo por un positivo de covid. “Uno de los peores días de mi vida”, reconoce.

“Si me hubieran dicho que podría jugar cinco días consecutivos, lo hubiera firmado con sangre”, proclama ya en octavos de final, tras haber lidiado con su falta de rodaje, la peligrosidad de los rivales y la lluvia, que le costó varias suspensiones ante su compatriota Lorenzo Sonego, el australiano Alex de Miñaur y el alemán Alexander Zverev.

Hoy lunes, en el tercer turno de la central tiene una cita con Carlos Alcaraz, la cuarta entre ellos, primera en césped. Domina la serie el español por 2-1. Ganó el primero, en el indoor de Viena 2021, por 6-1, 6-7, 7-6, también el último, en la tierra de Río 2022 6-2, 2-6 y 6-2. Todavía inexperto, el español cedió en Australia 2022 por 6-2, 7-6, 4-6, 2-6 y 7-6, cuando el romano vivía un momento de inspiración.

“En cierto modo esto es lo que quieres, jugar contra los mejores del mundo. Será una batalla. En Australia fueron cinco sets, en Viena y Río tres”, explicó.

El transalpino se impuso en Melbourne, el antecedente en Grand Slam, pero han cambiado las cosas, especialmente el estatus de Alcaraz. Lo tiene en cuenta Berrettini: “Ahora es el número uno, así que es el mejor del mundo. Va a ser un gran reto, pero estoy encantado de tener esta oportunidad. Me acuerdo de verle en Roland Garros por televisión. Ahora voy a estar ahí fuera contra él, estoy muy feliz”, dijo el italiano.

Alcaraz es muy consciente de las dificultades que entraña Berrettini, 27 años y nº 38 ATP, aunque con calidad de top-10. Por si acaso, el alemán Alexander Zverev, batido en tres sets por el romano, lanzó un aviso a Carlos y otros supervivientes del cuadro: “Le he dicho a Matteo que puede ganar el torneo si sigue jugando así. Es mi opinión. Cierto que hay otros grandes jugadores, como Alcaraz, pero él también lo es. Y si juega igual, siendo honesto, tiene su oportunidad ante cualquiera”.

Alcaraz preveía dificultades ya antes de saber si tocaba Berrettini o Zverev. “Ambos tienen un gran tenis sobre hierba y son buenos sacadores. Será duro con cualquiera de ellos”, analizó el tenista de El Palmar, que ayer hizo una suave sesión de entrenamiento, con su entrenador Juan Carlos Ferrero y su hermano mayor Álvaro trabajando con él.

La suspensión de Djokovic, peligro añadido

Jornada de distensión, ya preparó bien la ronda durante las cuatro sufridas horas con el ‘cañonero’ chileno Nicolás Jarry, el sábado. Está más que listo para encarar este partido de riesgo por la entidad del oponente y la potencia y velocidad que imprimirán a la pelota uno y otro.

Y con el extra de que la cancelación del partido entre Novak Djokovic y Hubert Hurkacz con 7-6, 7-6, que deberá concluir hoy, sobrecarga el programa de la central. Si el serbio y el polaco fueron víctimas de la norma municipal que impide que cualquier espectáculo se prolongue más allá de las 11 de la noche, pueden correr ese peligro ahora Alcaraz y Berrettini.


Fuente: Mundo Deportivo