
El día que no se pueda ganar, al menos hay que salir del asfalto con la mejor cosecha de puntos disponible. Fue lo que debió pensar Fernando Alonso, que vendió su piel lo más cara posible y sólo fue adelantando por un Mercedes y Red Bull mucho más rápidos en carrera. Salió 9º, acabó 7º. Unos buenos puntos en unas circunstancias que no ayudaban a sumar.
El AMR23 no va bien en curvas rápidas, es un hecho. Barcelona fue la primera experiencia, Austria continuó la tendencia y Silverstone ha sido la confirmación. A partir de este circuito, las cosas cambian y el español es consciente: “No os preocupéis, chicos. Ahora se vienen fines de semana mejores para nosotros”, explicó confiado a su equipo tras finalizar la carrera.
Resumen de la prueba:
Fuente: Marca